jueves, 5 de septiembre de 2013

Arrinconando a la fiera


Una vez más, el presente pasaje contiene "spoilers" que en esta ocasión corresponden a la séptima temporada de Dexter, así que si no la has visto y pretendes hacerlo, no sigas leyendo, ya que estas palabras y su mensaje seguirán aquí esperándote para cuando llegue el momento.


En la séptima temporada, cuando Debra descubre que su hermano es un asesino en serie que no puede evitar la necesidad de consumar muertes, superado el primer "shock" y tras darle muchas vueltas toma la decisión de considerar este hecho como una adicción como otra. Por ello, y con objeto de tenerle completamente controlado decidió que se mudara a su casa, y que a partir de ese momento lo hicieran absolutamente todo juntos. Textualmente dijo: comer, ver la tele, ir al trabajo, ... (su hermano sarcásticamente comentó: "tendrás una ducha grande...")

Cabría destacar que hasta ese momento, el protagonista de esta serie de Showtime canalizaba su necesidad eliminando a otros asesinos, teniendo de esta forma relativamente controlada su "adicción". Sin embargo, a partir del acoso de Debra, que intentaba reprimir la necesidad de su hermano (al que incluso llegó a convencer de tan poco ortodoxos métodos) todo empezó a desbordarse para el psicópata forense: Dexter empezó a estar demasiado nervioso y descontrolado, se veía a sí mismo incapaz de manejar su necesidad y se le llegó a pasar por la cabeza "saciar su sed" asesinando a inocentes en momentos cotidianos en lugar de hacerlo mediante su controlado y aséptico modus operandi, que poco tiempo atrás le permitía tener una vida "normal" dentro de su patología.

Considerando lo expuesto, en casi cualquier tipo de relación y en muchas ocasiones tanto de forma directa o indirecta como consciente o no, pretendemos controlar ciertas actitudes de quienes nos acompañan por el miedo a que las mismas les pueda conducir a un camino que les aleje de nuestro lado, olvidando considerar cuestiones como la libertad que podemos consumir, el agotamiento al que nos puede llevar sostener la situación, o la conveniencia o no de la propia relación. Ciertamente, habrás pensado que entre dos o más personas es normal limar ciertos aspectos y que en ocasiones puede no estar de más frenar algún que otro paso, pero nunca deberías obviar el hecho de que una fiera....

...es mucho más peligrosa cuando se siente acorralada.

Imagen con licencia CC cortesía de Christina Saint Marche

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